Octopus Fiction

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OCTOPUS FICTION (No confundir con Pulp Fiction)
Dedicado a Manuel

Tras el largo día de jarana, Ramón regresaba a casa en su destartalada furgoneta con los restos de pulpo que Esther, la mejor pulpeira de los alrededores, le había preparado primorosamente en un “túper”, para que pudiese compartir la fiesta con sus padres y hermanos.
La carretera sinuosa, encajada entre majestuosos eucaliptos y robles centenarios, desaparecía en cada curva, empañada por la bruma otoñal que, de madrugada, empapa las arboledas de los bosques gallegos.
A pesar de conocer palmo a palmo el camino, sentía una desazón, una inquietud nueva para él, que nada tenía que ver con el Ribeiro bebido horas atrás.
Tras subir la cuesta del Mirador, el brusco giro a la derecha que, durante años, acostumbraba a tomar con precaución, nunca llegó. Sin comprender porqué, la recta se prolongó durante interminables metros y Ramón con una sensación de alarma creciente, advirtió que la proximidad de los árboles convertía la carretera en un estrecho pasillo de único sentido, con lo que resultaba imposible dar la vuelta.
La única explicación era sencilla: había tomado, sin darse cuenta, un camino secundario que desconocía. Decidió volver, marcha atrás y aterrorizado comprobó que la palanca de cambios estaba encajada en la primera velocidad.
Sin más opciones, avanzó lentamente hasta llegar a un espacioso claro circular, fin del recorrido. Ni siquiera intentó girar para volver atrás porque algo en su interior, le decía que sería inútil.
Una luz blanca, cegadora, cayó sobre la furgoneta y Ramón perdió el conocimiento.

***
Nota del autor.- A partir de este momento y, dada la dificultad de reproducir el lenguaje onomatopéyico de los personajes que intervienen en esta parte del relato, pido disculpas de antemano e incluyo la traducción literal de sus palabras.


VX8.- “Tchek, tic, tic, grupff” (Parece despertar)
Gm3.- “Hic” (Sí)
Gm4.- “Yec tchek” (Eso parece)
Los tres tripulantes de la nave venida del planeta Tecstar, situado a dos millones de años luz de la Tierra, se inclinaron sobre Ramón en el momento justo en que comenzaba a desperezarse.
Al abrir los ojos, la intensidad de la luz blanca le obligó a parpadear varias veces antes de enfocar claramente, tres cabezas de color verde con forma de bombilla y un enorme ojo central que le escrutaban fijamente.
La magnitud del susto le impidió pronunciar palabra alguna.

VX8.- “Deskiii tanchak” (Preparad el traductor)
Gm3.- “Hic, ugfssss” (Sí, a la orden)
Ramón.- ¨¡Joooder!” (Exclamó, por fin, muy bajito, sin entender nada y completamente aterrorizado.)
Gm4.- (Leyendo del traductor, una maquinita parecida a un mando a distancia)
“Dojo tecs moiiik, tic plooofs” (Expresado vulgarmente, realizar el acto sexual)
Los tres visitantes se miraron sorprendidos

VX8.- “¿Plooofs?” (¿Acto sexual?)
Gm3.- “Hic, hic” (Sí, sí)
Gm4.- “Mig, mig” (Je, je)
Todos.- “Mig, mig, mig” (Risas)
Una voz metálica salió de la maquinita que Gm4 sostenía entre cuatro tentáculos
Maquinita.- “¿Qui – én – eres – tú?”
R.- (Sin atender a la pregunta) “La madre que me parió. ¡Joder!”
Gm4.- “Yuc migaaaya, plooofs” (Su madre: plooofs)
Todos.- “Mig, mig, mig” (Más risas)
Ramón miró a su alrededor y observó que varios colegas de los bichos que le estudiaban, estaban en una mesa de operaciones manipulando cuidadosamente en el “túper” que contenía el pulpo a la gallega.
La maquina, con su voz metálica, repitió la pregunta.
Sobreponiéndose al miedo que tenía metido en el cuerpo y empezando a estar harto de la situación, gritó indignado:
R.- “¡Que os den por ......, bichos asquerosos!”
Todos.- “Ggggggg!” (¡Oooooh!)
Gm4.- (Leyendo la traducción literal) “Smakkk tuc, yeye…. (Dudando si continuar y mirando al jefe) .. Pics, Guuurrk ¡¡KAKA!!”
Todos.- “Gggggggg!” (¡Oooooh!)
VX8.- (Muy enfadado) “¡YEEK, nika teeekx, YEEEEKOOO!” (Cuidadito conmigo, chaval, no te pases un pelo. “Me cagüen tus mulas”.)
R.- “Pero, pero… ¿Hombreee! ¿Qué hago aquíii? ¡Quiero volver a mi casaaaa!”
M.- “Qui – én – es- en – pe – que - ña - caja?”, (La máquina cada vez más cabreada)
R.- “¿En la caja? Pues, pulpo a la gallega, ¡el millor manjar da terra! ¡Hala! Coméroslo a mi salud, a ver si reventáis.
VX8.- (Tras escuchar la traducción) “¿COKiiiiiiii, cokochiiii?” (¿Manjaaaar, comidaaa?)
Todos.- “Ggggggg!” (¡Oooooh!)
Tras un alboroto general, todos miraron a la mesa de operaciones y Ramón contempló horrorizado que, mediante una incomprensible cirugía, los hombrecillos verdes habían reconstruido perfectamente al pulpo y se arrodillaban a su alrededor.
Al volver la cabeza, se encontró con el ojo de VX8, esta vez inyectado en sangre y un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
VX8.- “Ejjmóoooon, Cokiiiii…… ¡hec YICK! Mig, Mig. (Estúpido, el manjar... ¡eres TÜ! Ja, Ja)
Todos.- “Mig, mig, mig,” “Ñam, Ñam, Ñam” (Traducción obvia y por tanto, innecesaria)
Al ver a todos los “tecstarianos” abalanzarse sobre él con una especie de tenedor en cada tentáculo, Ramón cerró los ojos abandonándose a su suerte trágica.
***
Un tremendo bocinazo como el claxon de un enorme camión, le hizo levantar los párpados.
Al verse de nuevo en su furgoneta, sobre el arcén de la curva del Mirador, Ramón sintió una mezcla de sorpresa y alivio. La luz de la mañana, recién amanecida, le reconfortó y devolvió a una realidad tranquilizadora al observar, en el asiento contiguo, el recipiente con el que salió hacia su casa. ¡Qué locura! (Pensó)
Tras encender un cigarrillo, emprendió el camino de regreso interrumpido, con la resaca de una pesadilla que, afortunadamente, suponía la explicación a lo sucedido.
Todo habría quedado en un mal recuerdo de no ser por el pequeño detalle que horas más tarde descubrió Ramón al abrir el “túper” …… y comprobar que estaba ¡completamente vacío!


Del libro "La Rebelión de los Pucheros"

1 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta mucho, pero me hubiera gustado mas que, al abrir el tuper en vez de que estuviera vacío, que el pulpo hubiera estado reconstruido; eso sería mas impactante. De todas formas está muy bien y te quiero un montón, pequeño Cervantes.