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Imagen no real, creada mediante tecnología 3D
Empiezo a pensar que la fantástica historia del hombre dominado por la máquina, tan utilizado en las últimas décadas por autores de distintas disciplinas , va a comenzar a ser realidad en el campo de la imagen que hoy - aún - llamamos digital. Se me ocurre que, un día no muy lejano, alguien prefiera observar ciertas texturas creadas con un ordenador, en lugar del modelo original, con el sencillo argumento de la perfección. Más tarde, habrá quien reconozca que se emocionó con aquel paisaje digital conmovedor, inigualable, aquella imitación de la naturaleza, mejorada, sin manchas, sin errores de encuadre y alguien pensará en comenzar a vender emociones enlatadas. Quizá, llegue el momento en que uno de nosotros se enamore de un rostro creado en 3D, de esa sonrisa imposible, de esos ojos de ensueño que te miran como nunca nadie te habría mirado, de esa mueca encantadora .... y descubra que está a nuestro alcance por una discreta cuota mensual. ¡Qué miedo pensar que la perfección y la belleza, en un futuro, se midan en pixels!
