Llegar a abuelo, que no es poco

|


Quién lo iba a decir, yo tio/abuelo y con estos pelos. Si, señor, Diego (también conocido como "Carlitos", dado el increíble parecido con su padre) es mi nuevo sobrino/nieto, el más gracioso, simpático, guapo, bueno y listo que se recuerda en la Villa y Corte...¡Y no lo digo por lo que me toca! Que conste. Es que es cierto, un auténtico "Crack". 
El tiempo pasa inexorable y nos putea con estos acontecimientos, por otra parte maravillosos, que van poniendo a cada uno en su sitio, "quieras, que no".
Parece un hecho sin importancia, pero a partir de ahora, veo cada mañana en el espejo de mi baño a un "tio/abuelo", que no reconozco y que, no sé si os habéis percatado, supone un paso previo en el escalafón del desastre total, o séase el grado de "abuelo".
Vivir, sabiendo que eres abuelo de alguien, te condiciona completamente. En el autobús, por ejemplo, pienso enfadarme mucho si no me ceden el asiento, gentileza que llevo practicando durante años y que ahora me tocará a mí recibir. Tengo que ensayar el gruñido típico del abuelo "cabreao", sobre todo si se trata de adolescentes y vagos en general. Del mismo modo, podré reclamar un taburete en los bares, exhibiendo una fotografía de mis nietecitos, si bien es cierto que, a diferencia del transporte público, yo jamás me he desprendido de un taburete en una barra, aunque se tratase de Sor Teresa de Calcuta con una doble fractura de fémur.




Voy a comprar cuanto antes, un equipamiento de "Petanca" para ir practicando y así, cuando me toque jugar con mi pandilla de simpáticos jubiletas, a ese deporte tan arriesgado y trepidante, al menos podré ganarles algún "chato" de vinillo o un cafelito, antes de ir juntos a pasar la tarde viendo cómo trabaja la excavadora en el socavón de la obra más cercana. Me esperan días apasionantes, sin duda.
Ya me estoy viendo en las deliciosas mañanas soleadas, después de dos horas en el Ambulatorio, esperando para que me den las recetas, sentado en un banco con otros vejestorios inmóviles y una bolsa de plástico llena de migas de pan, dando de comer a los gorriones .... y manotazos a un caradura jurásico, que se quiere comer el pan de la bolsa, como si fuesen palomitas ¡Tatequieta la maaano, coño!. Pura poesía ¡La monda!.
Me preocupa mi desconocimiento total sobre el origen y métodos curativos de los múltiples achaques que me acechan, porque ese será, a buen seguro, el tema central de las converaciones con mi cuadrilla y no me gustaría que me diesen de lado por no aportar nada a la tertulia. Tengo que dedicarle al tema, en Internet, una horita diaria, por lo menos, si no quiero que me pille el toro. En fin, al menos recuperaré historias de la "mili"; podré mirar sin disimulo a las quinceañeras, sin que me regañe la parienta; me compraré un bastón (que ha sido la ilusión de toda mi vida y de paso, me servirá para darle un bastonazo en la cabeza, al viejo asqueroso que me quita las migas de pan) y aprenderé, por fin, a liar pitillos de "caldo de gallina" que era lo que fumaba mi abuelo Amadeo, ya en  ..... ¡Santísima Virgen! en el siglo antepasado (¡Ay!)
Espero que mis hijos tengan el detalle de poner algo de su parte, para poder compensar todo ello, con el placer de disfrutar, de vez en cuando, con la aparición de un enano sonriente en nuestras vidas.

Fuerteventura 2009

3 comentarios:

Unknown dijo...

QUE GRACIOSO ERES, QUE BIEN RETRATAS TU INMINENTE FUTURO, ME ENCANTA LO DE LA PETACA...ES APASOINADA Y ARRIESGADA, AHI SI QUE LO VAS A PASAR BOMBA!! YUJU- YUJU!! Y SERAS EL ABUELITO MAS GUAPO DEL MUNDO-UNIVERSO Y EL MAS SIMPATICO COMO SIENPRE HAS SIDO; EL QUE TUVJO RETUVO, GUAPISIMO!!!

Unknown dijo...

TE ACLARO QUE YO SOY UNA VERDADERA ABUELA Y PARA QUE CONSTE HAN QUEDADO PATENTES UN MONTON DE FALTAS DE ORTOGRAFIA, ESTOY TAN MAYOR!!!!

Anónimo dijo...

¡Ojalá fuera tu nieta!