Receta sencilla, ideal para cocinillas inútiles

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GARBANZOS ENCEBOLLADOS
(La "Ropa Vieja" de toda la vida)


Querido, aunque perezoso amigo Marco:
Si, si, ya lo sé, te estás preguntando esta vez, qué birria de receta es esta. Pues bien, te recuerdo que la sencillez nunca estuvo reñida con la calidad ni la prosopopeya. ¿Es que una merluza gallega, simplemente hervida no es un manjar que te Cangas de Onís? ¿Y un solomillo sin más? ¿eh? ¿eh?... y, además, ¿qué pasa contigo?.
Relájate y disfruta de esta aparente simpleza fruto de la sabiduría ancestral de los castellanos que, más astutos y tragaldabas que nadie, se resistieron a que les mangonearan los extranjeros invasores y a que se desperdiciaran los garbanzos que sobraban del cocido. Que no estaba la cosa para ir tirando nada a los cerdos.


INGREDIENTES

Garbanzos de sobra del cocido (aproximadamente ½ kilo)
Tocino de sobra del cocido (incluyendo jamón o chorizo, si sobró), en taquitos
Dos cebollas grandes
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Opcional: Salsa de guarnición con tomate triturado (250 grs.) y cominos molidos.

PREPARACIÓN

Ni que decir tiene que picamos fina la cebolla y la ponemos a freir con los garbanzos, con aceite de oliva suficiente, sazonando al gusto, hasta que esté todo (cebolla y garbanzos) doradito. Al final añades los taquitos de tocino y demás sobras. Si se tuestan un poquito, mejor. ¡Voilá¡

Puedes acompañarlo de tomate frito con cominos, En sartén pequeña, tomate triturado, medio vasito (de los de vino) de aceite de oliva y salpimentar añadiendo una cucharilla pequeña de cominos molidos. Freir durante diez minutos a fuego medio y servir como salsa guarnición

ORÍGENES

Los garbanzos son tan antiguos como los brontosaurios, pero ¿a quién se le ocurrió ponerlos con agua a cocer en un puchero? Tremenda pregunta que ni siquiera una cultura tan vasta como la mía es capaz de responder, quisquilloso muchacho.
Se especula con culturas Mesopotámicas y de hecho las primeras referencias las tenemos en Egipto, donde gracias a la fuerza de los garbanzos encebollados pudieron acabarse las famosas pirámides de las que, a buen seguro, habrás oído hablar..… me imagino.
Nuestro Cid Campeador, sin ir más lejos, suplía su raquitismo con la energía de los garbanzos que permitieron su paso a la historia con ese pedazo de espada que, de otro modo, ni borracho hubiese podido levantar.
Así podría estar horas y horas deleitándote con anécdotas varias al respecto, pero como no lo agradecerías ni yo estoy por la labor, me salto varios siglos para abreviar.
En los tiempos modernos tenemos la primera referencia impresa, en la vida y obra de Tony Parmesano, quien financiado por su tío Frankie, en los años de la prohibición, estrenó en un pequeño teatro de Broadway la pieza teatral titulada inicialmente “Los garbanzos asesinos” título ridículo a todas luces, rechazado por el dueño del teatro y toda la familia Parmesano en bloque, (que en definitiva eran quienes ponían la pasta) y que pasó a llamarse como figura en el extracto del libreto que incluyo a continuación.

“El asesinato de Don Pascuale”
o “El caso de los garbanzos encebollados” Sainete en tres actos
Acto tercero – Escena final

(Interior de una sala de interrogatorios. En el centro, una mesa con un flexo. A ambos lados de la mesa sendas sillas en una de las cuales está sentado Joe, atractivo y musculoso jovenzuelo, sobrino del asesinado Don Pascuale. Enfrente, de pié, el Dr. Spencer siquiatra de la penitenciaría. Al fondo, izquierda y derecha: tres puertas cerradas. Luz de ambiente tenue.)

Spencer : ¿Y bién?
Joe : Y bien, ¿qué?
Spencer : (Suspirando) No lo hagas más difícil, Joe
Joe : (Como no enterándose) ¿El qué?
Spencer : Está bien. Tú lo hiciste, ¿no es cierto?
Joe : ¿Qué si hice qué?
Spencer : (Golpeando violentamente la mesa con el puño) ¿Me tomas por imbécil?
Joe : (Impertérrito) ¿Por qué?
Spencer : (Con aire de resignación se vuelve, dando la espalda a Joe) Tú lo has querido. ¡Háblame de los garbanzos¡
Joe : ¿De qué?
Spencer : (Volviéndose y perdiendo los nervios) ¡No seas estúpido Joe¡ Lo sabemos todo, tú mataste a tu tío Pascuale. El día de Acción de Gracias, alguien introdujo cuatro kilos de garbanzos encebollados en su pavo relleno, a lo que no pudo resistirse y ¡tú! (amenazándole con el dedo) ¡¡solamente tú, conocías la pasión de D. Pascuale por los garbanzos encebollados!! En fin, terminemos esto cuanto antes. Conoces de sobra mis sentimientos. (Pausa, mirándole fijamente y perdiendo aceite por momentos) Yo te amo Joe. Desde el primer día que te vi en las duchas, no he podido dejar de pensar en ti ni un solo instante. (Acercándose a él, ya con toda la pluma) Confiesa que le odiabas, que lo hiciste en un momento de locura. Sólo te caerán cinco años y en dos o tres, podremos estar juntos. ¡Por fin juntos! ¿No comprendes? (Sollozando le besa en la boca apasionadamente)
Mike : (El alcaide de la prisión, entrando de repente por la puerta derecha) ¡¡BASTA!!
Spencer : ¿Cómo?
Joe : ¿Qué?
Mike : Pero, ....pero ¿qué mariconadas son estas?
Spencer : (sorprendido) Mike, ¿qué haces aquí?
Mike : (En plan chulesco) Pues teniendo en cuenta que soy el alcaide, o sea el jefe de esta prisión, pues.... ¿cómo te lo explico para que me entiendas? Pero, ¿y tú?
Spencer : ¡Hombre!, es que yo soy el siquiatra de aquí.
Mike : Tienes razón, dejémoslo.
Joe : Mike, no intervengas en esto, amor mío.
Spencer : ¿Cómo? ¿amor mío?
Mike : Sí Spencer, yo también conocí a Joe en las duchas de nuestro “Country Club” , justamente cuando se le cayó el jabón y se agachó y yo,....yo no sé qué pudo pasarme.
Spencer : Entonces, ¿tú?
Mike : (Cada vez más alterado y un poco loca) Yo puse los garbanzos encebollados en el pavo y así poder tenerle aquí para siempre. ¡¡Sólo para mí !! Y ahora......... (sacando su pistola reglamentaria) ...... ahora sabes demasiado.
Sally : (Espectacular rubia, encargada de la limpieza en la prisión. Entra por la izquierda y se pone delante de Spencer mientras levanta un cuchillo en su mano) ¡Quieto Mike!
Todos : ¿Eeeeeh?
Sally : Spencer es nuestro hijo, ése que nunca quisiste conocer. ¡Canalla!
Mike : Pero, ¡entonces!
Sally : Sí, Mike, no permitiré que mientas para conseguir a Joe. Yo coloqué los garbanzos encebollados aquella noche en el interior del puto pavo de Acción de Gracias.
Joe : ¿Qué?
Spencer : ¡Mamá!
Mike : O sea que,...¿tú?
Sally : Amo a Joe y si ha de permanecer en esta horrible prisión durante el resto de sus días, ¡será conmigo! (En un aparte, dirigiéndose al público)) Yo también le he visto en las duchas ¡Santo cielo!
Spencer : (Abalanzándose sobre Mike y arrebatándole la pistola, la arroja al suelo, a los pies de Joe) ¡Callad, callad! ¡¡Miserables!!
Joe : ¡Caramba!
Sally : ¡Hijo!
Mike : (Aparte) ¡Cágate lorito!
Sally : (Colocando el cuchillo sobre la garganta de Mike) Yo decidiré quién sale vivo de aquí. ¡Faltaría más!
Todos : ¡Ooooooh!
Mike : (Con el cuchillo presionando su nuez y a punto de cortarle el cuello) Pego, oye, enzoncez.. ¿Paj-juale y dú?
Sally : ¡Pobre idiota! Yo me hice su amante cuando empecé a trabajar en su casa por horas (muy bien pagadas, por cierto) y descubrí que tú perdías aceite por todas partes. Yo amaba a Joe y me dejaba querer por su tío, hasta que supe lo suyo con nuestro hijo Spencer y lo de Joe con aquel marinero. .....Diosss ¡¡Cómo he sufrido!! (sollozos)
Mike : (Perdiendo el hilo por completo y retirando con cuidado el cuchillo del cuello)
A ver, ... a ver, más despacio, que yo me entere. ¿Un marinero? ¿Qué marinero? ¿Spencer y Don Pascuale.....?
Spencer: (Gritando y pasando al centro) Pascuale no ¡ PASCUALINA ¡
Todos : ¿Eeeeeeeh?
Spencer : Nunca fue el tío de Joe sino su madre, hasta que decidió operarse. Siempre lo supe y siempre lo oculté porque le amaba.
Sally : ¡Pero.....!
Spencer : Y lo que es peor ¡es tu hermana, mamá! La que se fue de casa a los tres años y nunca conociste. Sí ¡tu hermana incestuosa, o lesbiana o travestida o lo que sea! ........... ¡yo qué sé!
Sally : ¡No y mil veces no! (Cae de rodillas con la cara entre las manos)
Spencer : ¡Sí y mil veces sí! ¿O acaso no recuerdas tu rara afición de niña por los garbanzos encebollados? ¿No será que no quieres recordar? ¿No habréis perdido todos la memoria ........ (señalando a Mike dramáticamente) .. ¿PADRE?
Mike : ¿Yo?
Spencer : Sí ¡Tú¡ La pobre Pascualina cambió de sexo porque tú se lo pediste, mientras estabas con Joe fingiendo ser un vulgar ¡MARINERO! (arranca la manga de su camisa y deja al descubierto un enorme tatuaje en su brazo con la inscripción “amor de madre” bajo un ancla horrible) ¡Maricón! (derrumbándose) ¡Canalla¡ ¡Canalla¡
Todos : ¡Oooooh!
Joe : (Apoderándose de la pistola y metiéndose el cañón en la boca) ¡Adrag odo eg undo, odé!
Todos : ¡Aaaaaah!
Don Pascuale / Pascualina: (En este momento aparece dramáticamente por la puerta central Don Pascuale con la cara pintada como una puerta, peluca platino y tacones de aguja, llevando en sus manos un enorme pavo relleno con dos kilos de dinamita y una mecha saliéndole del culo. ......del culo del pavo) ¡No lo hagas, hijo mío! No merece la pena y tú lo sabes.
Todos : ¡Eeeh!
Sally : ¡Hermana!
Joe : ¡Mamá!
Spencer : (Hecho un lío tremendo) Mmmm... ¿Tía? .... ¿Cuñado?... ¡¡Qué follón!!
Mike : (Murmurando en un aparte) ¡Santísima Virgen del Perpetuo Socorro!
Pascualina : Tuve que matar al mayordomo para engañaros a todos y no me costó porque él llevaba años detrás de asesinarme a mí. ¡Era un perfecto mayordomo! Pero, a lo que vamos. (Poniéndose tragiquísima) Todos hemos sido culpables y todos hemos sufrido. El amor y los garbanzos encebollados nos han unido y separado a la vez, y lo que es peor: todos hemos fracasado. ¡Maldita sea! (Todos van reuniéndose a su alrededor, compungidos) Pero: ¡EL PECADO NOS CONDENÓ Y EL AMOR NOS REDIMIRÁ!
(Pascualina prende la mecha que cuelga de la corcusilla del pavo y los cinco, con un sofocón de aúpa se abrazan en el centro del escenario mientras, lentamente, cae el

TELÓN


El día del estreno que, casualmente coincidió con el de la despedida, tras algunos segundos de silencio de un público sumido en el estupor, se escuchó una tremenda explosión que prendió fuego al telón y parte del escenario, provocando el pánico en el patio de butacas y un considerable saldo de heridos en la estampida.

No es preciso aclarar que este fue el final de Tony como autor teatral, a la vista de la crítica, de la desaparición de los actores a causa del trágico error de tramoya y sobre todo, de la paliza que le propinó su tío Frankie cuando comprendió que había tirado miles de dólares a la basura.

Obligado por la familia, Tony pasó algunos años trabajando para ellos como Dios manda, es decir, practicando la extorsión, la usura y otras lindezas, hasta que no pudo más y un día de Acción de Gracias rellenó el pavo de su tío Frankie con cuatro kilos de garbanzos encebollados...y un kilo de dinamita.
Tony acabó con sus huesos en la cárcel, donde pronto descubrió que su vida siempre estaría marcada por el ansia de los suyos por los garbanzos encebollados. Los garbanzos asesinos. ¡Ta-ta Chaaaaan!

Amigo Marco, siempre "a los pies de tu señora” …??? (frase absurda por donde la mires, que siempre me ha sugerido a un señor bajito con bigote, traje negro y corbata, de bruces en el suelo y a una señora más bien gordita, con “permanente” y muchos collares, subida en su espalda) ¿a que sí?

Del libro "La Rebelión de los Pucheros" Ricardo 2006 ®

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